CHARLAS DE QUINCHO

Hace unas horas, un corresponsal de este medio compartió un asado con prestigiosos analistas de la política vernácula. En él se debatió largamente sobre los resultados de las pasadas elecciones nacionales, así como sobre el escenario político sobreviniente y las perspectivas para el 2011. (Para los que se interesan por los detalles accesorios, aclararemos que el asador fue un editorialista de un importante diario de Buenos Aires y que despertó unánimes y encendidos elogios de la concurrencia, que las preferencias en cuanto a vinos se repartieron entre Merlot y Cabernet, que de postre hubo exquisitos panqueques de manzana - preparados por una encuestadora de prestigio, presente en la reunión - y que la sobremesa se animó con café, whisky y LSD). Pero vamos a lo importante: ya mismo compartimos con ustedes un resumen de esa apasionante y esclarecedora charla.

Hubo críticas unánimes al torpe manejo que el gobierno nacional hizo de la pandemia de Gripe Fluvial. "El Directorio pareció falto de reacción, ensimismado, colgado en la contemplación de los tigres en el armario", dijo el citado editorialista. Un cronista de su mismo medio asintió, afirmando que la necesidad de negociar con los tigres le había costado demasiado al Ingeniero Eléctrico Estepario y a su Máquina de Hacer Pájaros. "Pagaban los votos con sándwiches de alas de mariposa", agregó, despertando las risas de los presentes. "Eso es una caricatura", afirmó la encuestadora que se menciona más arriba, "es más complejo que eso. Basta ver el comportamiento electoral de localidades como Coronel Vidal, General Pirán, Maquinista Savio, Ingeniero Jacobacci o Mariscal Perfumo". "¡Ya se ven los tigres en el armario!" gritó un empresario textil.

El análisis de la victoria del Cuidador de Palomas Mensajeras sobre el Pájaro Regente se orientó hacia el futuro de sus alianzas con la Agrupación Viejo Vizcacha y con el Cardenal Newman, que todos vieron insostenible a mediano plazo. La voz discordante vino de una de las cabezas de la encuestadora, que se enzarzó en una dura discusión con su otra cabeza acerca de si realmente se veían los tigres en el armario o se trataba de un efecto del ácido lisérgico. "El Cardenal Newman va sobre ruedas", observó un periodista con aceitados vínculos con la legación bizantina, despertando otra ronda de risas.

"Ustedes sigan con los tigres en el armario: ya se ven los ortibas en la niebla", cantó la esposa del editorialista, sobre la melodía del final de "Los libros de la buena memoria" de Spinetta y Los de Fuego. Luego trajo a colación las posibilidades de que el derrotado Juan de Patmós, el Doctor Lactancia (igualmente derrotado) y la Iglesia de los Hombres Boina se encolumnaran detrás del Ingeniero Vid. "El Doctor Lactancia no se esperaba lo que le pasó con el Comendador de Cap Ferrat, se había confiado tanto que dejó que los tigres le saltaran del armario" afirmó el editorialista, dicho sea de paso, oriundo de esos lares. Hubo fuertes palabras de censura hacia las cartas de Juan de Patmós a las iglesias del Asia Menor, bastante mal recibidas por las huestes del payador platense, que le censuraban haber sido derrotado por los hermanos Lumiére. La frase trajo a colación recuerdos de las charlas televisadas del menor de los hermanos con el Tigre Herbívoro, así como un comentario acerca del estado actual del Armario de Hierro del Tigre. En ese momento, la encuestadora comenzó a gritar y a decir que todos los demás la marginaban por tener dos cabezas, y que ella estaba orgullosa de su condición. "Al fin salió del armario", comentó el tratante de camellos, que hasta ese momento había permanecido en pensativo silencio y gateaba alrededor de la mesa. "Es una tigresa", le respondió el esposo de la encuestadora, con orondos ojos rojos, mientras pedía un lápiz para escribir una carta a los brujos curanderos. "Que vengan ya, que esto se salió de madre, como los tigres del armario", agregó.

Por toda respuesta, el editorialista dijo que se sentía mal y se puso en la cola para vomitar.

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