DVD:
1.
The Films of Alejandro Jodorowsky Anchor Bay Entertainment (01/05/2007)
Reseña crítica: "Espero del cine lo mismo que la mayoría de los norteamericanos de las drogas psicodélicas" decía Alejandro Jodorowsky en una entrevista aparecida en "Castle of Frankenstein" #18 (1972), "quise recorrer la ruta de la Odisea, la ruta de Alejandro Magno. Quise viajar a las más profundas regiones de mi mismo para encontrar la iluminación". En tal sentido, el film se inicia con un vaquero errante vestido de negro, el Topo (Jodorowsky), que cabalga con un niño desnudo en las ancas, su hijo (Brontis Jodorowsky), al que ordena dejar los juguetes y, a su precoz edad de siete años, hacerse hombre. Este primer episodio, simbólico a la vez que iniciático, ubica al Topo en el rol de ecuánime justiciero pero también de padre que prepara a su retoño para la vida. Al encontrarse con el moribundo sobreviviente de una masacre, permite que el niño le dé el tiro de gracia. A partir de ahí, con este si se quiere golpe bajo, todo será una vorágine de violencia, imágenes bien planificadamente atrevidas y revulsivas, salpimentadas por enseñanzas filosóficas y un metódico y descendiente ascenso a la ansiada iluminación total. Uno de los primeros personajes a los que debe vencer, el Coronel (David Silva), que al igual que Napoleón, viste ropa interior color rojo (motivado tal vez, como el caso del Gran Corso, a que de ser herido sus tropas no lo notaran y no se desmoralizaran), es un pater familiae que trata a sus acólitos como perros y a su esposa (Mara Lorenzio) como sirvienta. El Topo lo humillará ante todos y ante la pregunta del ya caído en desgracia ("¿Quién eres tú para hacer justicia?") le responderá, omnipotente: "¡Soy Dios!" Pero no lo mata, sino que lo emacula, reviviendo el cuadro de la "castración del padre" de las puestas teatrales Pánicas. Porque el film es, ante todo, un repaso de las doctrinas y postulados, en entre maravilosos, surrealistas y estrambóticos, del chileno psicomago. "Cuando se crea una película psicodélica", decía Jodorowsky en los setenta, "no se precisa crear algo que refleje las visiones de una persona que ha tomado droga, sino que hay que crear, manufacturar esa droga". Tras provocar el suicidio del Coronel y permitir que los pobladores ejecuten a los bandidos, el Topo se queda con la mujer de aquel, Mara, partiendo con ella y abandonando a su hijo, no sin antes dejarle un recado que tarde o temprano tendrá que cumplimentar: "Destrúyeme, ya nunca dependas de nadie". Esto da paso al primer capítulo, "GENESIS", que sigue la travesía del personaje junto a la mujer en el medio del desierto. Ella condiciona a su amante: "para que pueda amarte tienes que ser el mejor. En este desierto viven los cuatro maestros del revólver. Tú tienes que encontrarlos y matarlos". Bajo este simplista y caprichoso desafío se estructura gran parte del argumento, encontrándose con los maestros, todos personajes salidos de un comic fantástico o de una pesadilla, todos prácticamente invencibles y todos, a la larga, derrotados por el Topo, no sin recurrir a tretas utilizando para ello objetos o adminículos arrebatados a cada rival previo. De esta manera, luego de matar al padre, el personaje debe matar a los maestros utilizando enseñanzas de cada uno. "Vas cayendo", le profetiza una gitana, "cuanto más profunda sea tu caída, más alto llegarás" le dice. Y para vencer, debe vencerse a sí mismo. "Tú disparas para encontrarte", le dice otro rival, el segundo Maestro, "yo lo hago para desaparecer". En varios pasajes, el Topo toca en la flauta las melodías que el propio Jodorowsky compusiera para la banda sonora del film. Ya en el segundo capítulo, "PROFETAS", el tercer maestro, un pastor de conejos, le invita a sentarse y a conocerse por la música. A esta bella y original secuencia prosigue otra revelación: "sientes náuseas de tí mismo, no quieres traicionar más". El tercer Maestro tiene un arma confeccionada a mano que solo dispara una bala y le da una pieza maestra: "el corazón… la cabeza… cámbialos de sitio". Tras cumplir el desafío planteado por Mara y escaparse ella con una pistolera lésbica e innominada, no sin sufrir el Topo una muerte en la que emula a Cristo, el film inicia una fase que quiebra la estructura previa. El Topo deja de ser pistolero para convertirse en mesías de un grupo de desfigurados, enanos y niños contrahechos, encerrados en una caverna de la que pretende liberarlos. Los "SALMOS" seguirá el derrotero de este nuevo Topo, con el cabello teñido de rubio, ojos y labios pintados y solo un pañal cubriendo sus partes pudendas. Una enanita (Jacqueline Rubio) lo ha estado cuidando durante años, el Topo ha muerto y nacido de nuevo, según lo pregona la ficción pero también el autor de la misma: "con cada película debo cambiarme a mí mismo, debo matarme y debo nacer. Y también los espectadores: el público que va al cine, debe ser asesinado, muerto, destruido y deben salir del cine como personas diferentes. Si es así, se tratará de una buena película". Este nuevo Topo mesiánico vuelve a ponerse al servicio de una mujer, a quien promete construir un puente para que los seres rechazados pueden habitar un pueblo cercano. Esto dará paso al último capítulo, apropiadamente titulado "APOCALIPSIS", que nos lleva al ignominioso pueblo que, creemos, es una radiografía de todo lo abyecto que representa la sociedad y el sistema. Los negros son perseguidos y ejecutados, para solaz de mujeres pintarrajeadas que pretenden salvaguardar la moral y las buenas costumbres. El pueblo está forrado de símbolos de una divinidad, el triángulo y el ojo que todo lo ve, sus misas, conducidas por el cura párroco (Julién de Meriche), son espectáculos falsos de afiebrado misticismo. La aparición del hijo del Topo, ya adulto, nos permitirá el único momento de previsibilidad de la trama, con la potencial destrucción de su padre. La sucesión de episodios, enseñanzas, disparos y asesinatos intercalan secuencias inolvidables, como la del criado negro sirviendo a las damas de sociedad en el boudoir, las varias cabalgatas del Topo recortado en el desierto o frente a sus eventuales rivales o la patética marcha de los freaks rumbo al pueblo. Habiendo vencido grandes desafíos ajenos, habiendo muerto y renacido para convertirse en un paria y mendigo y finalmente dándose cuenta del sinsentido de los freaks por acceder al pueblo, el Topo solo puede ser destruido por sí mismo. En su entrevista Jodorowsky decía que "tengo el honor de no haber sido admitido en varios restaurants de New York. ¿No es increíble? Hasta el restaurant del primer piso de este edificio me ha negado la entrada. Eso explica que ahora estemos en el último piso del edificio". Décadas más tarde el reclamo de un grupo de activistas del feminismo consiguió la cancelación de una exposición de su arte que se iba a inaugurar el 28 de febrero de 2019 en un museo de Harlem, en la Gran Manzana. En el film, el Topo viola a Mara. En sus declaraciones previas al estreno, Jodorowsky afirmaba que esa violación había sido real. Tal vez los activistas no vieran la película y solo condenaran aquellas antiguas declaraciones, pero el hecho de que se cancelara la exposición es un síntoma de buena salud del film y también de vigencia de nuestra sociedad como representación de aquel pueblo infame. Su símbolo será el rojo sangre que brota de cada uno de los cuerpos perforados a lo largo del metraje. Jodorowsky como cineasta toma nota de las enseñanzas de su maestro Godard, que cuando le preguntaron por la abundancia de sangre en WEEK-END (Week End-1967) argumentó que "yo no uso sangre; uso el color rojo, me gusta". Sin embargo a la gente parece no gustarle el rojo. Para Jodorowsky (en cuyo apellido también se anida tal palabra), el rojo simboliza el semáforo que contiene el tráfico pero también el terror comunista, los ciclos menstruales y las hemorroides, "que sufren el 80% de los habitantes de los Estados Unidos, mayormente por malos hábitos alimenticios". Y eso sí puede ser algo denunciable, porque ya no conduce a la iluminación o a que el espectador salga del cine convertido en una nueva persona sino que lo lleva al borde de cuestionarse su propio consumo de hamburguesas y basura. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com:
Alejandro Jodorowsky
