Reseña crítica: Harrison Marks (1926-1997), fotógrafo inglés especializado en desnudos, tuvo una interesante y no muy difundida carrera como cortometrajista especializado en el "cine para adultos", conocido en su época como "cine de glamour". A pesar que el espectacular cuerpo de June Palmer incita a muchas cosas antes que "glamour", Marks exhibe una dotada mano cinematográfica para entregar a sus eventuales espectadores aquello que buscan. Una joven llega -vestida- al "Elm Manor Hotel", donde es atendida por un sepulcral conserje (Stuart Samuels). A la noche, ya completamente desnuda, se peina frente al espejo y se dispone a acostar. Oye ruidos, se levanta y se medio viste con un simple camisón de gasa que deja ver más de lo que oculta (aquí tenemos el "glamour"). Recorre la casa, se topa con el ghoulie de turno y... ¡ops! Todo había sido un sueño. Sueño que, desenlace mediante, se nos revela con un previsible pero bienvenido giro final. ¿Fue un sueño? Son escasos cinco minutos de metraje, toda una lección de como aprovechar un rollito de película de 8mm. [Cinefania.com]
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